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Efectos de la esterilización en las mascotas.

Desde hace ya algunos años, se sugiere que el esterilizar a las mascotas es lo ideal, tanto como para evitar su reproducción, como para prevenir diferentes enfermedades. Sin embargo, hay estudios que arrojan datos no muy convenientes sobre los efectos de la esterilización en las mascotas.

Antecedentes.

Métodos no quirúrgicos.

En los perros y los gatos, si nos referimos a las hembras, debido a lo particular de su ciclo estral (celo), ha sido complicado el uso de métodos anticonceptivos. En 1956 fue descubierta la primera variante sintética de la progesterona que posteriormente fue usada en medicina veterinaria como anticonceptivo. Tiempo después, vinieron nuevas fórmulas, relativamente más seguras, pero ninguna de ellas ha dejado de tener efectos secundarios potencialmente graves.

En el caso de los machos, aunque también se han probado métodos anticonceptivos como la inmunocastración mediante una vacuna, o la castración química con una inyección en los testículos, no han prosperado como se esperaba.

Métodos quirúrgicos.

Hasta el momento, el método anticonceptivo tradicional en las mascotas es la gonadectomía, remoción de los testículos en machos (orquiectomía) y ovarios y útero en las hembras (ovariohisterectomía). Siendo mayormente invasivo pero con aparentes mejores resultados a largo plazo.

¿Cuándo es el momento adecuado para operar a una mascota?

Anteriormente, se sugería realizar este tipo de cirugía al alcanzar la madurez sexual, tanto en hembras como en machos. Este momento llega por lo regular después de los 6 o 7 meses, pudiendo variar en los perros por su raza o talla.

Posteriormente, el criterio se cambió, y se recomendó someter a la mascota a una “esterilización temprana”, que se lleva a cabo entre los 3 y 4 meses de edad.

¿Por qué esterilizar a una mascota?

La principal razón, cómo lo sabemos es evitar la proliferación de cachorros no deseados, muchos nunca conseguirán un dueño o finalmente quedan abandonados.

Otras razones que se argumentan es la prevención de enfermedades, principalmente de tipo reproductivo al retirar las glándulas productoras de hormonas sexuales, así como de marcaje territorial, dominancia y agresividad, entre otras.

Cachorros en situación de calle.

¿Qué sabemos hoy de los efectos de la esterilización de las mascotas?

Diferentes estudios, desde hace más de 30 años, muestran que se puede estar equivocado. Hoy se sabe, que si hay efectos de la esterilización en las mascotas.

Las hormonas producidas por los testículos y los ovarios, testosterona y estrógenos respectivamente, tienen diversas funciones en el organismo además de la relacionada con la actividad sexual y reproducción. Una de ellas es el cierre de los núcleos de crecimiento en los huesos largos, me referiré a ello más adelante. De momento, solo menciono para ilustrar el caso, a los conocidos cantantes “castrati” de finales del siglo XVII y entrado el XVIII, uno de los más famosos: Farinelli. Se les castraba para conservar un tono de voz femenino, objetivo que se conseguía pero también sufrían de desajustes físicos que daban a los castrati una apariencia peculiar: tenían una cabeza más pequeña, con tronco y tórax enormes, extremidades más largas de lo normal, y por lo general eran muy altos.

Actualmente se conocen los efectos de la esterilización en las mascotas, una gonadectomía puede llevar a problemas imprevistos de salud. La gonadectomía y la edad en que se realiza, se ha relacionado con distintos tipos de cáncer, condiciones ortopédicas y otros problemas médicos y de conducta.

Enfermedades ortopédicas.

Las hormonas sexuales se involucran en la madurez de los perros jóvenes, como se mencionó anteriormente, el eliminar estas hormonas mediante una gonadectomía en un perro joven, retrasa el cierre de los núcleos o placas de crecimiento. Esto favorece un mayor crecimiento de los huesos largos (piernas y brazos), pudiendo conducir a situaciones ortopédicas anormales, particularmente displasia de cadera y displasia de codo, así como problemas en el ligamento cruzado de las rodillas.

Varios estudios encontraron un aumento en la presentación de ambas displasias en perros castrados antes de los 6 meses. Lo que lleva posteriormente a una osteoartritis secundaria.

Neoplasias.

Así como se dice que la castración y esterilización puede prevenir la incidencia de algunas neoplasias, también se ha visto que puede aumentar la incidencia de otras.

El cáncer mamario es más común en las hembras no operadas y se menciona que si se intervienen antes de la madurez sexual, se elimina por completo la posibilidad de este tipo de neoplasia.

Las probabilidad de desarrollar cáncer ovárico o uterino se vuelve imposible en perras esterilizadas, sin embargo, estos tipos de cáncer son poco frecuentes en hembras enteras y rara vez son malignos.

En los machos, se mantiene un concepto equivocado de que la castración previene el cáncer prostático, cuando se ha comprobado lo contrario. Por otro lado, la castración, por razones obvias, elimina el riesgo de cáncer testicular. El cáncer prostático es raro en perros, mientras que el testicular tiene mayor incidencia.

Más preocupante es la relación que hay entre la gonadectomía y algunos sarcomas malignos, como el linfoma, osteosarcoma, hemangiosarcoma y tumores cardiacos. Estos tumores son más frecuentes en perros gonadectomizados que en enteros.

El riesgo de cada una de estas enfermedades, tanto ortopédicas como neoplásicas, puede variar con la raza y edad de la intervención.

Otras condiciones de los efectos de la esterilización en las mascotas.

Las hembras esterilizadas tienen más probabilidad de sufrir de dermatitis vulvar (que favorece infeccioes del tracto urinario), hipoplasia vulvar y vaginitis. La incontinencia urinaria por hipoestrogenismo es muy común en hembras esterilizadas y muy rara en hembras enteras.

En perras gonadectomizadas se previenen los quistes ováricos, hiperplasia vaginal y piómetra, esta última, afecta al 24% de las hembras enteras y puede requerir cirugía de urgencia.

En el caso de los machos, la castración elimina la probabilidad de inflamación prostática, la hiperplasia prostática benigna, adenomas perianales y la torsión testicular entre otras.

Trastornos de la conducta.

En este tema se encuentran resultados conflictivos en la literatura. Se reportan diferencias entre razas en cuanto a la facilidad de entrenamiento en perros castrados. Aunque por otro lado si se sabe que con la castración se reduce el marcaje con orina, el deseo de vagabundear y la agresión entre machos. Sin embrago, se ha visto que perros castrados presentan más problemas de temor relacionado con los ruidos y tormentas.

Un estudio del 2014 en perros de raza Vizla, reveló que la gonadectomía aumentó el riesgo de desarrollar miedo a las tormentas entre otros problemas.

Longevidad.

Un estudio de la fundación contra el cáncer Gerald P. Murphy (2009), reveló una correlación entre la edad en que se esteriliza una hembra Rottweiler y su esperanza de vida.

El investigador David J. Waters, profesor en el departamento de ciencias clínicas de la Universidad de Purdue mencionó:

“Al igual que las mujeres, las hembras de nuestro estudio tenían una ventaja de supervivencia distinta a la de los machos. Pero al quitar los ovarios durante los primeros 4 años de vida esta ventaja femenina fue eliminada totalmente.

Hemos encontrado que las hembras rottweiler que mantuvieron sus ovarios al menos durante 6 años eran 4 veces más propensas a tener una longevidad excepcional en comparación con las hembras que tuvieron sus ovarios por menos tiempo”.

La esperanza de vida en las hembras Rottweiler se correlaciona con la edad de la gonadectomía.

Conclusiones.

Como se ha visto, hay una clara ventaja en la castración y esterilización de las mascotas como método anticonceptivo, sin embargo, aunque se justifica la prevención de algunas enfermedades, estas no son de manifestación frecuente.

En base a reportes científicos, si hay efectos de la esterilización en las mascotas y proporcionalmente son más frecuentes.

A considerar:

  1. El primer argumento para someter a una mascota a gonadectomía es evitar la reproducción. Es válido, pero si existe un propietario comprometido y con cultura de bienestar animal, no requiere operar, solo hacerse responsable.
  2. Existen alternativas quirúrgicas no radicales como es la Histerectomía (retirar solo el útero) en el caso de las hembras y la vasectomía (cortar los conductos deferentes que llevan los espermatozoides de los testículos a la uretra) en los machos. Estos métodos, no eliminan el apetito y la conducta sexual pero si existe un control natal. Y por otro lado, reducimos la probabilidad real de problemas relacionados al eliminar las hormonas sexuales, de gran importancia en cualquier individuo en toda etapa de su vida.
  3. El tema es polémico, cada caso debe tratarse de forma individual de acuerdo a las condiciones del dueño y la mascota. Así como las posibilidades de los entes de protección de mascotas y sus sistemas de adopción.
  4. En mi opinión personal, optaría por la histerectomía y vasectomía. Y si se elige la gonadectomía, con base a los estudios existentes, la cirugía debe hacerse una vez alcanzada la madurez sexual.
Autor: Heron Pazzi

Médico Veterinario Zootecnista, dedicado a la clínica y cirugía de perros y gatos. Ex académico de la FMVZ UNAM y de la FCN UAQ. Conferencista y amante de los perros y su bienestar.

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